Me paseo como un perro enloquecido por tu vida.
Quiero saberlo todo, quiero tenerlo todo.
La muerte en las calles no me importa nada, las muertes en los diarios no me importan nada.
Nada tampoco las estadísticas, ni los ataques sexuales y las revoluciones abortadas.
Mucho menos el precio del dólar.
Solo tú me interesas, tú y tus ojeras shakesperianas.
El amor transforma al mundo en una lata oxidado arrojada por la marea en una playa que no existe.
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